
Esta cuarentena he aprovechado para poner al día mi lista de libros pendientes, no hay que mal que por bien no venga. Y entre los libros de la lista se encontraba “Fuera de serie” de Malcom Gladwell (escritor inglés de renombre).
En él nos deja una propuesta de visión distinta sobre las historias de casos de personas de éxito que sin duda, os hará darle un par de vueltas. Lo hace de una manera clara, transgresora y acompañada de ejemplos basados en estudios que hacen más sólida su teoría. La persona de éxito, por antonomasia, es alguien hecho así mismo. El cual no ha recibido ayuda de nadie y todos sus logros reside en sus sudores, lágrimas y esfuerzo.
Pues bien, Malcolm en este libro expone que esto es no es cierto en la gran mayoría de los casos no existe la persona hecha a sí misma en valores absolutos ¿chocante verdad? . Deja de serlo a medida que avanzas las páginas y comprendes lo que quiere transmitirnos, que no es más ni menos, que existen una serie de factores externos que son clave para ayudar a escribir una de las tantas historias de éxito que conocemos.
Nos muestra cuestiones, que en principio podemos pasar por alto, que pueden ser clave para conseguir una carrera profesional de éxito, como los rasgos culturales (intrínsecos en nuestra forma de ser y actuar que tienen base desde hace siglos); pertenecer a una familia de clase media o de clase baja; que no es lo mismo nacer un 24 de enero que un 24 de octubre (sobre todo si hablamos del tema deportivo); el haber nacido 3 años antes o 3 años después puede haber sido la clave para que alguien haya sido un magnate del sector tecnológico; que el coeficiente intelectual no es garantía de nada; que las plantaciones de arroz están muy ligadas a las matemáticas; que el ser de uno u otro país puede hacer que tengas una mayor capacidad para evitar un accidente aéreo…
¿Despistados verdad? Por eso os invito a leerlo y conocer por vosotros mismos porqué estas cuestiones pueden ser determinantes.
Pero bueno, después de esto que os acabo de contar, puede parecer que Gladwell está desmereciendo el éxito ajeno, nada más lejos de la realidad. Simplemente defiende la idea de que hay muchos factores a tener en cuenta a lo largo de la existencia de una persona que ayudarán o no en el camino de su destino. Además de hacer siempre hincapié que, en todos los casos, las oportunidad que se les ha podido presentar fueron aprovechadas con mucho trabajo y buen hacer.