
Sucede a menudo, que utilizamos frases hechas del refranero español con acierto pero que realmente desconocemos el origen de la expresión. Normalmente tienen una explicación curiosa e interesante.
En este caso, muchas veces utilizamos la expresión “meterse en camisa de once varas” haciendo referencia a que lo hacemos en un tema que se escapa a nuestras capacidades, un problema demasiado grande que no merece la pena intervenir o como advertencia de su magnitud.
Y no, no es que sean un tipo de camisas de un sastre famoso «Don Cevaras», como creía firmemente un conocido mío… El origen se remonta a la edad media, donde ya se realizaban adopciones de niños por personas que por falta de fertilidad no tenían la posibilidad de engendrarlos de manera natural, así como clérigos buscando un sucesor para mantener su legado.
Se celebraba una ceremonia en la que se utilizaba una camisa considerablemente grande y se decía que era de 11 varas (1 vara era la medición típica para las telas en esa época y equivalía a unos 9 metros). Por la manga de esa camisa se introducía al bebé y se sacaba por el cuello de esta, una vez el padre besaba a la criatura quedaba confirmada la adopción. Por lo que tomando como referencia esta ceremonia, se comenzó a utilizar la expresión de meterse en camisa de 11 varas como complicarse la vida sin necesidad. Igual que ocurría cuando se adoptaba a un niño.