
La crisis sanitaria ha afectado gravemente a prácticamente la totalidad de sectores económicos en todo el mundo, sin embargo, el sector inmobiliario no ha sufrido las mismas consecuencias por el momento. El mercado se ha mantenido positivamente durante los primeros meses post-confinamiento de manera sorprendente y ni la oferta ni la demanda han sufrido graves caídas.
A pesar de los primeros resultados, las empresas inmobiliarias siguen expectantes ante los futuros comportamientos del mercado en la nueva normalidad. En particular, profesionales del sector Real Estate, como Javier Ortega (fundador y CEO de CENTURY 21 New Estate), aseguran que a corto plazo el sector inmobiliario sufrirá una caída de demanda de, aproximadamente, el 30%. Y, además, Ortega prevé una acumulación de la oferta: “Aunque hasta el momento había seguido con una cierta ‘normalidad’, no tiene sentido que, ante la crisis económica que estamos viviendo, el mercado inmobiliario continúe tan activo”.
Dentro de las fluctuaciones del mercado en un futuro, las caídas mencionadas por Javier Ortega se verán afectadas en gran parte por la localización. Dependiendo de la situación geográfica, los precios variarán de diferente manera. “Por el momento, los precios bajarán más o menos en función de la ciudad y el barrio. En los barrios mejor valorados el descenso será más leve mientras que, en los periféricos, es donde será más evidente dado que va ligado al nivel socio-económico de los residentes en la zona”, declara Ortega.

Por parte de las viviendas de alquiler, la situación será semejante, pero con una recuperación más rápida. Desde el comienzo de la crisis sanitaria en España, los inquilinos, afectados por los ERTEs o por la falta de ingresos (en el caso de los trabajadores autónomos), se han visto obligados a posponer el pago del alquiler o a negociar con los propietarios. Ante esta situación, el alquiler se ha rebajado entre un 5% y un 15%, con una acusación más relevante en los barrios más económicos.
Con una caída del precio de la vivienda y el descenso de la demanda en un futuro cercano, el mercado inmobiliario precisa innovar y buscar soluciones. La recuperación total se estima que no se produzca hasta el año 2023 y, mientras, la clave puede estar en el “reclutamiento de agentes autónomos y en la atracción de clientes vendedores”, según Javier Ortega. Añadiendo que, “si conseguimos estos dos perfiles, la conversión de las operaciones será sencilla por lo que poder llegar a esta previsión será posible”.